Tarde soberbia y heroica del sevillano que sale a hombros con la corrida de Adolfo Martín tras pasar por la enfermería.
La tarde quedó en un mano a mano entre Manuel Escribano y Francisco José Palazón con toros de Adolfo Martín a causa de la lesión de Rafaelillo.
Escribano cortó las dos orejas al toro que abrió plaza, uno de Adolfo que fue recibido con una gran ovación. Lo saludó el de Gerena por verónicas jaleadas por el público. Se lució en banderillas clavando dos pares de poder a poder en todo lo alto y un tercero al quiebro. Con la muleta, faena sólida y variada ante un toro con calidad y ritmo. Actuación sobre ambas manos con temple y compás. Mató de una estoconazo resultando cogido de fea manera. De la aparatosa voltereta salió con la banda de la taleguilla destrozada y pasó a la enfermería después de pasear las dos orejas.
Salió de la enfermería con pantalones vaqueros para lidiar en cuarto lugar al que tenía que haber hecho tercero tras correr turno. Faena de mucho mérito del sevillano ante un toro que manseó y con el que porfió hasta lograr una faena muy importante sobre ambos pitones. Mató de una estocada entera y arrancó una oreja con mucha fuerza.
Dos orejas cortó en el último de la tarde en otra demostración de torería, raza, pundonor y vergüenza torera. Actuación rotunda y compacta de Escribano rematada con un soberbio estoconazo que le valieron otras dos orejas del sexto toro que cerraba plaza.
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