El de Gerena remata una gran feria con una heroica actuación ante un complicadísimo toro de Adolfo.
Recibió a su primero con una larga cambiada de rodillas en la puerta de chiqueros aguantando el parón del toro y resolviendo con valor y cabeza. Cuajó un buen tercio de banderillas cogiendo al toro muy en corto para anticiparse y ganarle la acción. El toro, que salió humillando en los primeros tercios cambió en la muleta, revolviéndose y quedándose en la cadera sin recorrido alguno. Con la espada, el toro que no pasaba y echaba la cara arriba, le puso el pitón en el cuello rajándole la camisa.
De nuevo se fue a la puerta de chiqueros y de rodillas recibió con una larga cambiada al sexto.
Comprometido, arriesgado y emoncionantísmo tercio de banderillas en el que, tras verse prácticamente cogido y habiendo cambiado el presidente el tercio, tiró de vergüenza torera y dejó de nuevo dos palos.
Con la muleta el toro le pedía la media altura y no llegarle al hocico. Con la muleta en la cadera y alternando los pitones sacó series y muletazos muy meritorios. Una última serie con la izquierda sacados uno a uno, buscando la colocación entre muletazo y muletazo pusieron a toda la plaza de acuerdo. Mató de un estoconazo y cortó una de las orejas más de verdad de la feria.
Enlaces externos: