Tarde de disposición y entrega del de Gerena con los toros de Robert Margé al que el presidente le priva de la puerta grande.
La plaza francesa de Beziers ha sido testigo del buen momento que atraviesa Manuel Escribano que ha cortado una oreja del cuarto toro de la tarde que bien pudieron ser dos si el presidente atiende la unánime petición del público.
A su primero lo recibió de rodillas con una larga cambiada desde el tercio. Banderilleó con brillantez y comenzó la faena de muleta con un pase cambiado en los medios. El toro, falto de ritmo y recorrido, se vino abajo y el de Gerena abrevió matando de una casi entera eficaz. El público agradeció el esfuerzo del diestro por agradar.
Se fue a la puerta de chiqueros en el que hacía cuarto para recibirlo con una larga cambiada de rodillas. Quitó, por lucidas navarras y cuajó un gran tercio de banderillas que remató exponiendo con un par por dentro del que salió milagrosamente. Faena muy importante dando distancia al de Robert Margé que se venía de largo. Surgieron entonces derechazos muy profundos y naturales largos y templados. Un estoconazo fue el pasaporte para la oreja de ley que paseó ante el clamor del público que pidió con insistencia el segundo trofeo.
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